Viene a mí esa necesidad imperiosa por desahogarme, aún no teniendo idea de que, angustia un poco, pero no me asusto, creo que ya me estoy acostumbrando a vivir en la permanente nostalgia.
Prometo que no reincidiré en ellos y recaigo, me duele y vuelvo a recaer.
Me aferro a ellos como un naufrago a su tabla, la pregunta es ¿Por qué le temo a este océano? Acaso es su inmensidad o será el detalle de que no sé nadar?
Me siento falsa como político conmigo misma, cuando rompo las reglas que invente.
Promesas y promesas.
Buenas intenciones.
Sólo eso...
Soda Stereo - Crem... |