domingo, 9 de marzo de 2008

Imprescindibles Derechos Triviales



Ayer se recordó el Día Internacional de la Mujer.
Hace tiempo me encontré con el blog de Gilda Manso, me llamó mucho la atención en especial un post que, casualmente, resume muchas de las cosas que defiendo a diario. Aquí les dejo un extracto:

"Yo, mujer de Argentina o de cualquier parte del mundo, tengo derecho a que se cumplan mis derechos de índole urgente y necesarios para vivir. Tengo derecho, también, a tener derechos triviales.
Tengo derecho a ser hermosa. A no serlo.
A tener un trabajo fabuloso y ganar un sueldo fabuloso.
A ser madre. A no ser madre.
A ser promiscua. A no ser promiscua. A casarme. A no casarme.
A salir con un hombre veinte años mayor. A (dentro de veinte años) salir con un hombre veinte años menor.
A ser vedette. A ser científica. A que me guste el fútbol. A jugar al fútbol. A que no me guste el fútbol.
A que me guste cocinar. A que no me guste cocinar.
A ser gorda. A no ser gorda. A tener tetas grandes. A no tener tetas grandes.
A que mis hijos lleven mi apellido. A ser romántica. A no ser romántica.
A no aceptar justificaciones para una infidelidad. A que me gusten los strippers. A que no me gusten los strippers.
A que me duelan los ovarios. A estar triste o de mal humor sin tener que soportar que culpen a mi dolor de ovarios.
Tengo derecho a que el mundo entero, sin excepción, respete mi alma, mi mente, mi cuerpo, mi vida, mi elección de vida, el curso natural de mi vida.

Ésos son mis derechos y no voy a conformarme con menos.
Si no estás de acuerdo, cerrá bien cuando te vayas, corazón."

Felicidades a todas.

domingo, 2 de marzo de 2008

Perfecto día imperfecto

Muchas veces tengo “aquellos días” donde lo fastidioso se mezcla con mi tranquila cotidianidad y me apago.
Si, me apago y poco a poco los planes para aquel día tranquilo van decayendo, al igual que mis ánimos. No es algo que suceda siempre, pero esta vez los sucesos me encontraron de baja y ganaron.

Pero (felizmente) también ocurre lo inesperado, como por ejemplo que tu hermano empiece a preparar caipirinhas, se quede a tu lado mientras pasan las últimas horas de “ese tu mal día”, cuente chistes, desvaríe y pida música de Cerati.

Lo único que quiero este día es tomarme unos traguitos en un lugar tranquilo y en chinelas”, le comenté a mi amiga N, pero sin llegar a autoconvencerme del todo.

Mis deseos fueron cumplidos, mi hermano no solo prepara buenas caipirinhas, también es una excelente salida de emergencia cuando me encuentro dentro de “aquellos días”.