martes, 16 de marzo de 2010

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La diferencia entre un loco y un piantado está en que el loco tiende a creerse cuerdo mientras que el piantado, sin reflexionar sistemáticamente en la cosa, siente que los cuerdos son demasiado almácigo simétrico y reloj suizo, el dos después del uno y antes del tres, con lo cual sin abrir juicio, porque un piantado no es nunca un bien pensante o una buena conciencia o un juez de turno, ese sujeto continúa su camino por abajo de la vereda y más bien a contrapelo, y así sucede que mientras todo el mundo frena el auto cuando ve la luz roja, él aprieta el acelerador y Dios te libre.

Fragmento de “Del gesto que consiste en ponerse el dedo índice en la sien y moverlo como quien atornilla y destornilla.” de Julio Cortazar.

viernes, 19 de febrero de 2010

El ladrón de orquídeas


"Hay dos hermanos gemelos. Uno es un tipo exitoso al que le va bien en todo. El otro es todo lo contrario: depresivo, inseguro, fracasado.


La escena de la que les quiero hablar nos muestra en una situación límite: pueden morir. Al notar esto, el gemelo-fracasado le cuenta a su hermano algo que lo estuvo atormentando durante años:


-Cuando estábamos en el colegio, vos estabas enamorado de Mengana. Todo el tiempo le decías que la amabas y no sólo se lo decías a ella sino a quien quisiera escucharlo. Pero yo una vez la escuché hablar de vos…ella no sabía que yo la escuchaba…y se burlaba de vos. Se reía de tu amor…


El gemelo-exitoso miró a su hermano con una mezcla de ternura y asombro y le contestó:


-¡Siempre lo supe! Siempre supe que ella se reía de mi y que me usaba. Pero ¿A mí que me importaba? Yo no era eso. Eso, esa burla, ese desprecio,…eso era ella. Yo era mi amor, y mi amor me hacía grande…"


Gilda Manso.