martes, 11 de diciembre de 2007

JODA FRATERNA

Que rápido pasa el tiempo, pensar que fue ayer cuando lo llevaba al kinder de la mano, con su uniforme celeste y la lonchera .

Y bueno, no fue un alumno destacado, tampoco el mejor deportista, mucho menos un ejemplo de disciplina, pero todas esas cosas quedan de lado al ver concluida una etapa de su vida, etapa en la que fue de la mano conmigo, desde ayudarle a prender vocales recortadas del periódico, hasta falsificar una licencia. Y realmente me llena de orgullo verlo convertido en la persona que es hoy, a pesar de todas las trabas.

Dejando de lado el discurso cursi, paso a lo más importante: la Graduación.

Estuve de fotógrafa oficial, persiguiéndolo por todo el local, me cansé un montón ya que sólo me senté en la cena. Hicieron el llamado para el desfile y mi hermano no aparecía, no podía creerla, me dejo plantada!
Al fin llegó retrasado y lo miré con cara de orto.

El: Que pasó?¡
Yo: Ya te llamaron boludo, dónde estabas?
El: Estaba afuera con Willy!
Yo: Ahora desfilá con Willy!

Hicimos los arreglos y desfilamos, puteándolo entre dientes y el matándose de risa, lo típico en nosotros. Luego de la cena nos despedimos de los mayores y nos fuimos a celebrar.

Me sentía rara siendo la única de mi edad en medio del grupito de adolescentes, pero de una forma me ambiente muy bien (seguro debido a mi inmadurez jaja), igual, imagino que parecía una pervertida en medio de tanto efebo auspiciándoles cervezas, risas fueron y vinieron, bailes, abrazos y mi hermano eufórico.

Decidimos cambiar de boliche y la lluvia nos encontró (a la mierda el planchado), de nuevo entramos en calor con el tequila, a esa altura los compañeros de mi hermano ya no podían más y antes de que los padres me denuncien por perversión de menores, los subí en un móvil y a sus casas.

Para mi hermano y yo, la noche continuó, una llamada al Curucusí y llegué donde él con la botella de tequila como trofeo de guerra, la corbata de mi hermano en el cuello y hecha una uva. Aquí se borra la película, mamá me despertó al día siguiente: “Levantate...ya está el almuerzo…Y SACATE EL VESTIDO!!!!”

Al final no sé si yo soy la “loser” que se emborracha rápido, o mi hermano tiene un tremendo aguante, porque mientras mi cuerpo se vengaba con la resaca, él, completamente lúcido, fue a jugar pelota con sus amigos.

No importa, compartir con él su logro y saber que lo pasó tan bien en su graduación vale cualquier resaca.

2 comentarios:

utópico dijo...

no eres la looser, lo que pasa es que estas haciendote vieja!! jajaja.
lo siento, los años no pasan en vano.
Me paso lo mismo con mi hermanita, que siempre va a ser mi hermanita.... en fin.
saludos!

Natalia dijo...

Mi hermano también desfiló conmigo en la fiesta! Ya lo habíamos decidido así desde el año pasado, no me imaginaba con nadie más... claro que, después de la fiesta el se quedó en mi casa xD y yo continué el festejo ;)

Suena interesante tu propuesta jajaja (de ser cuñadas) y mirá justamente vengo y me topo con un post sobre tu hermano xD jaja

Saludos =) un gusto leerte